Tomasa
Tomasa fue una mujer honesta con espíritu emprendedor. Tomasa creció en una pequeña comunidad rural donde sólo tuvo acceso a instrucción académica primaria. Su determinación y sueños la llevaron a la Ciudad de México donde se certificó en corte y confección. Al regresar a su tierra natal, Tomasa estableció su propio taller de costura con el que generó empleos para mujeres de su comunidad. Ella diseñaba sus propios modelos y vendía su producción en tiendas departamentales. Se le recuerda por sus actos de servicio hacia los que la rodeaban, su habilidad en la cocina, su gran corazón y su dulce sonrisa.