Margarito
Margarito ama profundamente su oficio de panadero. Él se levanta antes de que salga el sol para hornear el pan que muchas familias disfrutarán ese día. Su oficio es una tradición familiar, sus papás lo instruyeron desde muy temprana edad. A los doce años era capaz de hornear su propio pan. La tradición continúa en su familia, donde seis miembros le ayudan cada día. Margarito sabe preparar toda clase de pan, su favorito es el bolillo, por su simplicidad y versatilidad. Lo que más disfruta de su trabajo es la tranquilidad. Su sueño es ser el mejor panadero de la región, por lo que se esmera en perfeccionar su técnica utilizando un horno de leña de encino para dar una textura y sabor único al pan.